Literatura, relatos, narrativa, escritora argentina
Desde hace como tres día que late. Hubo algunos cambios someros que indicaban su presencia, cierta rebeldía de objetos alrededor; leve, una lagrimita.
Coincidió con la lluvia, así que la cosa parecía un elemento natural.
La cosa fue fortificándose de autoestima, a intentar salirse de la cocina, derecho hasta la sala; la gotita se fue convirtiendo en un hilo umbilical, con intenciones, a refinar subterfugios para quedarse con la casa.
Se vino la inundación. Dos olas más allá, quedaron algunos libros, una tarde húmeda, y unas cuantas conjeturas.
La cosa se esparció, se convirtió, se adhirió, a veces parece que no estuviera, pero aletea, vive, existe detrás de una gota que comienza en un lugar donde no miras, hasta que algo la detona, comienza su viaje astral y la cosa se viene como si fuera un mensaje dentro de la botella de un náufrago.